La respuesta al derribo de Kukutza, parafraseando al señor Ares, ha sido proporcional y profesional. Proporcional a la violencia ejercida por los garantes de la seguridad, pertrechados con chalecos antibala y cascos colorados, elegantes con sus nuevos trajes, pagados por todos. Una violencia totalmente gratuita, desmedida, inexplicable e impune contra ciudadanos desarmados. Y me jode decir que, el quemar contenedores y apedrear las furgonetas de la policía, sea proporcional. La violencia como herramienta o argumento es algo con lo que no estoy a favor, pero creo que hay veces, y me voy a arrepentir de poner esto, es necesaria. Una respuesta violenta a una violencia que durante los últimos días, la Ertzaina, dirigida por nuestro amado Rodolfo, ha generado una sensación de estado de sitio en el barrio de Rekalde, sembrando de amenazas y miedos a los vecinos por los que supuestamente tendrían que proteger.
La respuesta ha sido profesional si atendemos al porcentaje de contenedores que mañana los servicios de limpieza tendrán que sustituir. Un trabajo meticuloso y sistemático de caos urbano, que ha sumido en la confusión a la Ertzaina. A las 10 de la noche de hoy un grupo de 20 personas podría haber detenido el derribo ocupando de nuevo el edificio, ya que al dispersarse los disturbios por todo Bilbao han tenido que desatender el centro neurálgico de todo esto, Kukutza. Una policía que ha sido incapaz frente a la cantidad de gente que, estando en desacuerdo con el derribo de este emblemático centro cultural de Bilbao, ha acudido a protestar. Para ser un poco objetivo he de decir que mucho tarado ha ido a descargar sus iras y que, yo creo, se la sudaba lo que pasaba con Kukutza. Mucho tiempo de violencia contenida ha salido, como el champan caro, fuera de la botella, a borbotones. Unas ganas incontrolables de destrozar todo lo que se encontrase en su camino. Pero esto ya sabemos como va, y si les pillan, lo pagan, saben a lo que se atienen.
Lo que a mi me trastoca, es lo que pasa por la cabeza de un ertzaina para hacer las gañanadas que han perpetrado durante el día de hoy, es que, por mucho que mande el de arriba, hay alguien que tiene que estar dispuesto a pegarle un porrazo a una señora, a “incautar” móviles y cámaras de fotos, a disparar pelotas de goma sobre personas que solo corean a favor de Kukutza, a “hacerse con” los partes médicos de los que habían sido presa de los excesos de los de negro... La situación es de vergüenza, cuando la policía no entiende que las leyes están también para ella, que la división de poderes existe y que no puede juzgar a nadie, algo va mal. Esta tarde, en un bar de Rekalde, un ertzaina se ha quedado mirando desde la puerta a los que estábamos dentro, después de un par de minutos donde solo la televisión hablaba, un chaval ha pedido un kalimotxo, acto seguido el ertzaina lo ha sacado del bar hasta la furgoneta de donde ha vuelto con una hostia como un pan en la cara, no se si al final se bebió el kalimotxo. investigación, detención, sentencia, ejecución y reinserción social, la verdad que el tzaraina, es un genio, todo el solito.
Si el señor Ares tuviese el valor de limpiar el nombre de la Ertzaina, abriría una alguna investigación sobre lo que ha pasado durante todo el día de hoy. No creo que pase. Por otro lado y casi por curiosidad insana me gustaría conocer el porcentaje de policías que iban puestos de coca. Lo más probable es que, todos los rigurosos controles diesen negativo… esto, no me lo creería, aunque de ser cierto, francamente, me acojonaría mucho más que el que diesen positivo. Significaría que son así siempre y que los filtros para evitar que putos psicópatas entren en esta institución, no funcionan o que buscan putos psicópatas para entrar en el cuerpo, lo que ya sería de locos.
Lo peor de todo es que ni es la primera, ni la última que la Ertzaina actúa de esta manera, por supuesto que tampoco es algo nuevo para el PSOE. Acostumbrados a moldear las leyes a su antojo y hacerlas cumplir a su manera. Impunes y con honores, nadie responderá de este despropósito y mañana el consejero de interior saldrá orgulloso de sus secuaces y criticando una situación que solo ellos han generado. Confundidos con que las calles son una cárcel gigante que tienen que controlar.
De lo que han hecho con Kukutza, lo que había dentro, de porqué la autogestión mola, etc. Otro día.
La respuesta ha sido profesional si atendemos al porcentaje de contenedores que mañana los servicios de limpieza tendrán que sustituir. Un trabajo meticuloso y sistemático de caos urbano, que ha sumido en la confusión a la Ertzaina. A las 10 de la noche de hoy un grupo de 20 personas podría haber detenido el derribo ocupando de nuevo el edificio, ya que al dispersarse los disturbios por todo Bilbao han tenido que desatender el centro neurálgico de todo esto, Kukutza. Una policía que ha sido incapaz frente a la cantidad de gente que, estando en desacuerdo con el derribo de este emblemático centro cultural de Bilbao, ha acudido a protestar. Para ser un poco objetivo he de decir que mucho tarado ha ido a descargar sus iras y que, yo creo, se la sudaba lo que pasaba con Kukutza. Mucho tiempo de violencia contenida ha salido, como el champan caro, fuera de la botella, a borbotones. Unas ganas incontrolables de destrozar todo lo que se encontrase en su camino. Pero esto ya sabemos como va, y si les pillan, lo pagan, saben a lo que se atienen.
Lo que a mi me trastoca, es lo que pasa por la cabeza de un ertzaina para hacer las gañanadas que han perpetrado durante el día de hoy, es que, por mucho que mande el de arriba, hay alguien que tiene que estar dispuesto a pegarle un porrazo a una señora, a “incautar” móviles y cámaras de fotos, a disparar pelotas de goma sobre personas que solo corean a favor de Kukutza, a “hacerse con” los partes médicos de los que habían sido presa de los excesos de los de negro... La situación es de vergüenza, cuando la policía no entiende que las leyes están también para ella, que la división de poderes existe y que no puede juzgar a nadie, algo va mal. Esta tarde, en un bar de Rekalde, un ertzaina se ha quedado mirando desde la puerta a los que estábamos dentro, después de un par de minutos donde solo la televisión hablaba, un chaval ha pedido un kalimotxo, acto seguido el ertzaina lo ha sacado del bar hasta la furgoneta de donde ha vuelto con una hostia como un pan en la cara, no se si al final se bebió el kalimotxo. investigación, detención, sentencia, ejecución y reinserción social, la verdad que el tzaraina, es un genio, todo el solito.
Si el señor Ares tuviese el valor de limpiar el nombre de la Ertzaina, abriría una alguna investigación sobre lo que ha pasado durante todo el día de hoy. No creo que pase. Por otro lado y casi por curiosidad insana me gustaría conocer el porcentaje de policías que iban puestos de coca. Lo más probable es que, todos los rigurosos controles diesen negativo… esto, no me lo creería, aunque de ser cierto, francamente, me acojonaría mucho más que el que diesen positivo. Significaría que son así siempre y que los filtros para evitar que putos psicópatas entren en esta institución, no funcionan o que buscan putos psicópatas para entrar en el cuerpo, lo que ya sería de locos.
Lo peor de todo es que ni es la primera, ni la última que la Ertzaina actúa de esta manera, por supuesto que tampoco es algo nuevo para el PSOE. Acostumbrados a moldear las leyes a su antojo y hacerlas cumplir a su manera. Impunes y con honores, nadie responderá de este despropósito y mañana el consejero de interior saldrá orgulloso de sus secuaces y criticando una situación que solo ellos han generado. Confundidos con que las calles son una cárcel gigante que tienen que controlar.
De lo que han hecho con Kukutza, lo que había dentro, de porqué la autogestión mola, etc. Otro día.
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