Tras décadas de represión franquista y orgullo hacia el movimiento llegó una transición que no renegó del pasado, de esta transición se vanagloria El Presidente y la ofrece como ejemplo de lo que se debería hacer en los países de la llamada “primavera árabe”. El estúpido no se da cuenta de que en esos países mataron o expulsaron a sus dictadores, recuperaron sus países por las armas. Pero él, coronado ya Inútil VI del reino de Cretinia, paraíso de las chuches, no se da cuenta de que su país se rompe. El palurdo no se da cuenta de que a la vez que está pidiendo a Gran Bretaña que renuncien a Gibraltar, reclama que no es momento de conflictos territoriales, no es momento de independencia. El mangurrián se va a hablar a la ONU de todo esto a un hemiciclo semivacío mientras le rodean el congreso. El come-ranas tergiversa la realidad y aplaude a la “mayoría silenciosa” que no se pone alrededor del congreso, solo el concepto de aplaudir a los que callan y asumen, me parece tremendamente anti-democrático, pero igual es que no soy un buen español.
En ocasiones creo conveniente que estos dictadores a turnos sean tiranos de larga duración para que llegue la primavera nuevamente a marcas hispánicas, primaveras de las que esta gente habla con tanto "orgullo" como si hubiesen tenido algo que ver, primaveras que dieron el paso a regímenes con los que esta gente había paseado de la mano, a los que tantas armas habían vendido y tantas veces habían aplaudido de manera nada silenciosa. Primaveras que devuelvan al pueblo lo que es suyo.
Pues eso, si el señor Rajoy fuese nuestro dictador por la gracia de Dios, no valdría escusa, no tendríamos la santa paciencia de esperar cuatro años a que la mayoría silenciosa decidiese si este maldito minusválido debería estar otros cuatro años más en el palacete barroco o si esta vez le tocaría a un no mucho mejor autócrata con una rosa roja en la chaqueta…
Pero bueno, nuestros padres y abuelos lucharon porque tuviésemos esto en vez de aquello, y puesto que muchos no hemos conocido otra cosa que no sea la democracia… pues… habrá que resignarse como no lo hicieron ellos… no sé.
Durante años de terrorismo nos vendieron que en democracia todo es posible. Últimamente se empeñan en demostrarnos que la vía más fácil de solucionar los problemas es utilizar la de la violencia tras un pasamontañas, eso si con casco en vez de txapela y que cualquier tipo de respuesta a sus dictados, aunque sea pacifica, será respondida con toda la fuerza del “estado de derecho”, y es que así se llama la porra del agente Martínez.
Aunque no esté de acuerdo con la siguiente afirmación la voy a utilizar y es que dicen que nuestra generación será la primera generación que vivirá peor que la generación de sus padres… quizás necesitamos una primavera tras este invierno gris… puede que cada generación necesite su revolución... puede que no sean los árabes los que tengan que aprender de nosotros… quizás somos nosotros lo que debamos aprender de los árabes…
En ocasiones creo conveniente que estos dictadores a turnos sean tiranos de larga duración para que llegue la primavera nuevamente a marcas hispánicas, primaveras de las que esta gente habla con tanto "orgullo" como si hubiesen tenido algo que ver, primaveras que dieron el paso a regímenes con los que esta gente había paseado de la mano, a los que tantas armas habían vendido y tantas veces habían aplaudido de manera nada silenciosa. Primaveras que devuelvan al pueblo lo que es suyo.
Pues eso, si el señor Rajoy fuese nuestro dictador por la gracia de Dios, no valdría escusa, no tendríamos la santa paciencia de esperar cuatro años a que la mayoría silenciosa decidiese si este maldito minusválido debería estar otros cuatro años más en el palacete barroco o si esta vez le tocaría a un no mucho mejor autócrata con una rosa roja en la chaqueta…
Pero bueno, nuestros padres y abuelos lucharon porque tuviésemos esto en vez de aquello, y puesto que muchos no hemos conocido otra cosa que no sea la democracia… pues… habrá que resignarse como no lo hicieron ellos… no sé.
Durante años de terrorismo nos vendieron que en democracia todo es posible. Últimamente se empeñan en demostrarnos que la vía más fácil de solucionar los problemas es utilizar la de la violencia tras un pasamontañas, eso si con casco en vez de txapela y que cualquier tipo de respuesta a sus dictados, aunque sea pacifica, será respondida con toda la fuerza del “estado de derecho”, y es que así se llama la porra del agente Martínez.
Aunque no esté de acuerdo con la siguiente afirmación la voy a utilizar y es que dicen que nuestra generación será la primera generación que vivirá peor que la generación de sus padres… quizás necesitamos una primavera tras este invierno gris… puede que cada generación necesite su revolución... puede que no sean los árabes los que tengan que aprender de nosotros… quizás somos nosotros lo que debamos aprender de los árabes…
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