La casa Real está últimamente muy republicana, el complot que está haciendo los últimos meses contra la monarquía española está rozando límite de la sorpresa. No sabemos cuál será el siguiente movimiento en este Reality Show dirigido por Almodovar. Sentarse y esperar, es lo que toca. Pero con la que está cayendo… y con los de las pistolas fuera de cobertura hay que vender periódicos y hay muchos que le sacan las cuentas al pobre Juancarlitos. Que si se gasta mucho, que si caza elefantes, que si coches, que si casas… dinero, dinero y dinero… Él, que es un bonachón y un buenazo se siente mal y hasta pide perdón, que majete.
Yo no es que sea muy monárquico que digamos, pero me jode cuando los argumentos se reducen al dinero. Todo es asumible mientras hay pasta. A mí no me vale, yo que sé, si tenemos una república molona, con presidente de la república y tal, seguro que se gasta más pasta que el rey en hacer nuevos amigos cada vez que le elijamos uno nuevo, no hay más que ver cómo se las gastan nuestros vecinos, pero igual es como más justo, lo justo a veces es más caro.
La cuestión monárquica es la legitimidad del mataelefantes, el tipo y su tropa de nietos está ahí por dinastía histórica, o lo que es lo mismo, porque sus endogámicos antepasados fueron reyes por voluntad divina, tócate los cojones, bajó Dios de los cielos y dijó, “tú eres Rey y te casarás con tus primas” y se piró… anda que no tiene que estar ocupado para entretenerse con esas chorradas. No lo veo, para mí que es porque sus antepasados se lo montaron divinamente, básica y llanamente, igual soy demasiado terrenal.
Y el Rey es solo la punta del iceberg, multitud de improductivos elementos acumulan el poder del pasado en forma de tierras y capital. Acostumbrados protagonistas del papel cuché condes, duquesas y demás palurdos asiduos a las más floridas fiestas del folklore español, que sorprendentemente han ido esquivando espolios siglo tras siglo, sistema tras sistema, monarquías, repúblicas, dictaduras… patrimonios adquiridos por la misma estrafalaria voluntad, vendiendo una y otra vez su complacencia a los diferentes regímenes, traicionando, o no, a los plebeyos/ciudadanos que por sus títulos, en principio, deberían “defender”.
Ya hemos visto los últimos días con lo de Repsol que las nacionalizaciones de ladrones no molan en el reino de España, por lo que como siempre, soluciones… ninguna…
Larga vida al rey, todo será más divertido.
Yo no es que sea muy monárquico que digamos, pero me jode cuando los argumentos se reducen al dinero. Todo es asumible mientras hay pasta. A mí no me vale, yo que sé, si tenemos una república molona, con presidente de la república y tal, seguro que se gasta más pasta que el rey en hacer nuevos amigos cada vez que le elijamos uno nuevo, no hay más que ver cómo se las gastan nuestros vecinos, pero igual es como más justo, lo justo a veces es más caro.
La cuestión monárquica es la legitimidad del mataelefantes, el tipo y su tropa de nietos está ahí por dinastía histórica, o lo que es lo mismo, porque sus endogámicos antepasados fueron reyes por voluntad divina, tócate los cojones, bajó Dios de los cielos y dijó, “tú eres Rey y te casarás con tus primas” y se piró… anda que no tiene que estar ocupado para entretenerse con esas chorradas. No lo veo, para mí que es porque sus antepasados se lo montaron divinamente, básica y llanamente, igual soy demasiado terrenal.
Y el Rey es solo la punta del iceberg, multitud de improductivos elementos acumulan el poder del pasado en forma de tierras y capital. Acostumbrados protagonistas del papel cuché condes, duquesas y demás palurdos asiduos a las más floridas fiestas del folklore español, que sorprendentemente han ido esquivando espolios siglo tras siglo, sistema tras sistema, monarquías, repúblicas, dictaduras… patrimonios adquiridos por la misma estrafalaria voluntad, vendiendo una y otra vez su complacencia a los diferentes regímenes, traicionando, o no, a los plebeyos/ciudadanos que por sus títulos, en principio, deberían “defender”.
Ya hemos visto los últimos días con lo de Repsol que las nacionalizaciones de ladrones no molan en el reino de España, por lo que como siempre, soluciones… ninguna…
Larga vida al rey, todo será más divertido.
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