Si dejásemos un mundo perfecto a las nuevas generaciones, se convertirían en unos verdaderos gilipollas incapaces de valorar nada, para valorar algo hay que luchar por ello. También es muy cierto que de todas formas tampoco hay que empeñarse en dejarlo tan mal como lo estamos dejando. Llegar a un sistema social perfecto sería horrible, el fin de la humanidad. Un aburrimiento soporífero nos embriagaría. El pensamiento político moriría...
Pero podemos estar tranquilos, siempre habrá alguien para joder la marrana. Por lo que, movámonos, gritemos, protestemos, disfrutemos de este gran baile del caos, pasémoslo bien. Sin frustraciones por no conseguir la perfección, por no acertar y por equivocarse mil veces. Probemos cosas imposibles, solo así daremos con lo verdaderamente nuevo, con lo impensable.
Los peores escenarios suelen ser los más interesantes. Puede ser divertido.
Pero podemos estar tranquilos, siempre habrá alguien para joder la marrana. Por lo que, movámonos, gritemos, protestemos, disfrutemos de este gran baile del caos, pasémoslo bien. Sin frustraciones por no conseguir la perfección, por no acertar y por equivocarse mil veces. Probemos cosas imposibles, solo así daremos con lo verdaderamente nuevo, con lo impensable.
Los peores escenarios suelen ser los más interesantes. Puede ser divertido.