Ganar mucho sin hacer nada. Ese es el sueño, la lotería. El azar tiene emoción, a cambio de unos números, una combinación ganadora que nos solucione la vida y nos lleve a vivir como los dueños del mundo, fiestas, coches, viajes… Un montón de gente que se pone de acuerdo para poner una pequeña parte de un todo y que unos pocos ganen.
Y la vida real es muy parecida. Un montón de gente trabaja para que unos pocos se llenen de tarta. Durante siglos se han creado clases altas para aprovecharse de la clase trabajadora, manejable, pero pilar básico de toda sociedad, porque un pueblo sin trigo no puede ser gobernado y el trigo no lo siegan los reyes.
Sin embargo, durante este tiempo la dependencia hormiguera ha sido vital para la supervivencia y desarrollo de la sociedad. Mientras unos gobernaban, otros protegían (a los primeros) y los demás trabajaban. Y sin esta dependencia no se hubiese podido desarrollar la sociedad tal y como la conocemos.
Antes la educación estaba al alcance de muy pocos y las leyendas y los temores divinos regían los destinos de la plebe. Que no sabían que la sangre de todos era del mismo color. Sin embargo ha pasado mucho tiempo de eso. Sabemos más. Nos hemos hecho mayores y no necesitamos tantas tutelas. Por lo que muchas gracias, pero adiós.
Cuba, Venezuela, Islandia, Túnez, Egipto…, y los que vendrán, han echado diferentes problemas de sus pueblos, unos el capitalismo, otros la dictadura. Seguro que alguno a lo de Chaves y Castro, lo llamará dictadura, pero, los que más bajito hablan, lo llaman pan. Y a lo de Túnez y Egipto, desorden, los que gritan y se plantan, decisión. Unos lo harán mal y otros fatal, y lo que es seguro, es que algún día saldrán brotes verdes de cada caos, o que puede que no... pero mientras tanto tendrán ese algo que nosotros hemos perdido....
O no...
Si hay algo mejor que ver las cosas en directo, es verlas en primera fila.
Y la vida real es muy parecida. Un montón de gente trabaja para que unos pocos se llenen de tarta. Durante siglos se han creado clases altas para aprovecharse de la clase trabajadora, manejable, pero pilar básico de toda sociedad, porque un pueblo sin trigo no puede ser gobernado y el trigo no lo siegan los reyes.
Sin embargo, durante este tiempo la dependencia hormiguera ha sido vital para la supervivencia y desarrollo de la sociedad. Mientras unos gobernaban, otros protegían (a los primeros) y los demás trabajaban. Y sin esta dependencia no se hubiese podido desarrollar la sociedad tal y como la conocemos.
Antes la educación estaba al alcance de muy pocos y las leyendas y los temores divinos regían los destinos de la plebe. Que no sabían que la sangre de todos era del mismo color. Sin embargo ha pasado mucho tiempo de eso. Sabemos más. Nos hemos hecho mayores y no necesitamos tantas tutelas. Por lo que muchas gracias, pero adiós.
Cuba, Venezuela, Islandia, Túnez, Egipto…, y los que vendrán, han echado diferentes problemas de sus pueblos, unos el capitalismo, otros la dictadura. Seguro que alguno a lo de Chaves y Castro, lo llamará dictadura, pero, los que más bajito hablan, lo llaman pan. Y a lo de Túnez y Egipto, desorden, los que gritan y se plantan, decisión. Unos lo harán mal y otros fatal, y lo que es seguro, es que algún día saldrán brotes verdes de cada caos, o que puede que no... pero mientras tanto tendrán ese algo que nosotros hemos perdido....
O no...
Si hay algo mejor que ver las cosas en directo, es verlas en primera fila.